Luis Alberto CasadoHay una nueva corriente de pensamiento en estas materias que está intentando renovar esto, y opina que simplemente cambiando la muletilla de la lucha contra la pobreza por lucha contra la riqueza conseguiremos mejores resultados, porque en no sé cuantos años de capitalismo, bien demostrado está que la pobreza y el subdesarrollo son el germen de esta interesada casta propagandista, deshumanizadamente diabólica, que administra los designios de un mundo a la deriva. Los niveles de pobreza, las guerras y las hambrunas no han hecho más que aumentar, así que habrá que darle la vuelta a esta tortilla que se nos ha quemado ya por uno de sus lados.
Según la wikipedia, la propaganda o publicidad política consiste en el lanzamiento de una serie de mensajes que buscan influir en el sistema de valores del ciudadano y en su conducta. Se articula a partir de un discurso persuasivo que busca la adhesión del otro a sus intereses. Es de carácter monológico y requiere el recurso del anuncio. Su planteamiento consiste en utilizar una información presentada y difundida masivamente con la intención de apoyar una determinada opinión ideológica o política. Aunque el mensaje contenga información verdadera, es posible que sea incompleta, no contrastada y partidista, de forma que no presente un cuadro equilibrado de la opinión en cuestión, que es contemplada siempre en forma asimétrica, subjetiva y emocional.
Si analizamos la burda propaganda del partido perpetuado en el poder extremeño potenciada desde sus medios oficiales (no representativos de la mayoría ciudadana extremeña), podemos descubrir una vez más, cómo la mentira se ha instalado en nuestros gobernantes, que gastan en publicidad y en fuegos fatuos el dinero de los pobres extremeños sin el menor reparo. Y cuando digo pobres no me refiero a un sentimiento de lástima, sino a pobreza real en términos económicos. Una pobreza, un desarrollo del subdesarrollo como dice Marcelo Vacas, que interesa a los interesados del poder, y que, todo hay que decirlo, el pueblo extremeño está haciendo poco por cambiarla, guiándose por una inexplicable fe ciega en sus gobernantes y engañada por una propaganda maquiavélica orquestada desde estos medios complacientes.
Por ejemplo, hoy el Periódico Extremadura (entregado en cuerpo y alma a la propaganda oficial y tras el chasco que se han llevado todos esos descerebrados que apoyan el proyecto de refinería del Grupo Gallardo, como apoyan cualquier infamia que salga de la boca de nuestros dirigentes regionales, y últimamente son muchas) periódico oficial en quiebra desde hace años y que vive del dinero público que le enchufa la Administración Regional, ha publicado (o publicitado) un extenso reportaje sobre el dinero que va destinar la Junta de Extremadura a cooperación, dejando bien claro que este año de crisis y desempleo sangrante, se van a dedicar 9 millones de euros a cooperación y ayuda al Tercer Mundo, con la casa sin barrer.
Todo esto de la cooperación está muy bien y es necesario, pero viendo cómo pajea este personal, y observando su compromiso real con los desfavorecidos extremeños (que los tienen aquí cerca y algunos de los cuales todavía a duras penas pagan sus impuestos), permítasenos dudar de que ese dineral llegue íntegro a buen puerto, y no se quede parte en las manos de algún listo o intermediario amoral.
Las “mentes preclaras” de nuestro gobierno regional se han encargado de insultar nuevamente a la inteligencia de nuestros pobres parados y a la ética de los cooperantes, comprando con dinero público una nueva voluntad, creando un nuevo cargo sobre asuntos africanos para adherirse cuan sanguijuela al prestigio social conseguido por la agraciada con 51.000 euros anuales, María Victoria López, y así pagarle con nuestro dinero su altruista dedicación de años. Resumiendo: se han subido descaradamente a su carro de triunfo. Igual que hacen con todo extremeño (o hijo de) que consigue algo de repercusión o fama sin necesidad de su apoyo, como deja bien claro el esperpento publicitario de Marca Extremadura ¿O es que acaso nuestro gobierno regional hizo algo cuando Soraya era azafata, cuando Alberto Amarilla se dejaba la piel de casting en casting, cuando José Manuel Calderón entrenaba en unas pistas de mierda o Berta Collado y Raquel Sánchez Silva iban llamando de puerta en puerta de los grandes medios ubicados en Madrid porque en Extremadura estaban todos copados por los adictos al pesebre?
¿Cómo es posible dedicar más de 20 millones de euros a una campaña como Marca Extremadura para vender una región que se despedaza por momentos y que lo va a tener muy complicado hasta para mantener el escandaloso número de funcionarios que ostenta sin ayudas exteriores?
Ya hemos perdido el tren de Europa, y a este paso, Extremadura desparecerá en los próximos años despedazada y contaminada por la propia ambición de la casta gobernante, que dirige ya manifiestamente todos sus esfuerzos a enriquecerse y parecer que hace algo antes del inminente y desastroso desenlace de esta crisis que nos asfixia, y que disfruta sobremanera despilfarrando en el circo y los encuentros entre amigotes pagados con el sudor de todos nosotros, como han hecho por ejemplo en la celebración del Día de Extremadura, en la “glamurosa y costosa” gala de entrega de los Premios de la Música, el sórdido y sospechoso programa Cáceres Evocado, o con la estafa Cáceres 2016, donde la ciudadanía extremeña, la misma que les vota y le paga para que les representen, es usada como meros bufones de alfombras rojas para jalear a unos triunfadores paletos, provincianos y mediocres, obsesionados con el divismo y la apariencia, que son cualquier cosa menos personas íntegras, que no ven más allá de su propia incompetencia... porque dentro de ellos, simplemente no hay nada...tan sólo ambición, afán de notoriedad pública y de reconocimiento social que no saben ganarse legítimamente.
Hay una nueva corriente de pensamiento en estas materias que está intentando renovar esto, y opina que simplemente cambiando la muletilla de la lucha contra la pobreza por lucha contra la riqueza conseguiremos mejores resultados, porque en no sé cuantos años de capitalismo, bien demostrado está que la pobreza y el subdesarrollo son el germen de esta interesada casta propagandista, deshumanizadamente diabólica, que administra los designios de un mundo a la deriva. Los niveles de pobreza, las guerras y las hambrunas no han hecho más que aumentar, así que habrá que darle la vuelta a esta tortilla que se nos ha quemado ya por uno de sus lados.
A mi me parece muy acertado este cambio en el concepto para conseguir resultados tangibles en pro de la igualdad de todos los seres humanos, y en lugar de promover esta tan cacareada lucha contra la pobreza que se ha demostrado del todo ineficaz para erradicarla, combatamos a la riqueza a ver qué tal nos va. Es decir, pongámoselo difícil a los ricos, desenmascaremos la coartada publicitaria de estos políticos corruptos y medios manipuladores que los tenemos más cerca... porque la propaganda les mantiene ahí, les pone, y la pobreza les interesa.
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