Antonio Marcelo Vacas / Carlos A. García Onieva

Hasta hace relativamente poco tiempo todo lo que conocía el gran público del clan Fernández eran lugares comunes, y en parte sigue siendo así. La intervención directa, descarada e interesada de Guillermo en la defenestración de Pedro Sánchez, actuando a favor del Partido Popular, el capital, y poniendo la zancadilla a Podemos, le ha retratado tal cual es, un personaje, "con más cuento que Calleja", de la derecha más rancia, cuya militancia en el PSOE, que por supuesto está muy lejos de suponer militar en la izquierda, se debió al cargo que llevaba aparejado. Veamos algunos aspectos que retratan al personaje a su progenitor Don Julio y a su hijo Guillermito.Guillermo Fernández Vara nacido en Olivenza, cumplió el 6 de octubre de 2016 la edad de 58 años, de ellos 21, hasta la fecha, viviendo de la política gracias al PSOE de Extremadura cuya militancia interesadmente abrazó.
Su padre, al que nunca se refiere con el menor detalle, se llamaba Julio Fernández Santamaría, fue nombrado Abogado Fiscal de la Audiencia Provincial de Badajoz, por orden de 23 de febrero de 1945 firmada por Franco. Unos meses después, con el nuevo ministro, Raimundo Fernández Cuesta consiguió la excedencia. El fin era acceder a la carrera judicial. Su primer destino como juez de entrada fue el Juzgado de Instrucción de Fuente de Cantos. Al poco tiempo fue trasladado al Juzgado de Morón de la Frontera (Sevilla). Por Orden Ministerial de 23 de julio de 1946 Fernández Santamaría fue designado Juez de Primera Instancia de Almendralejo.
Parece que toda oposición brilló por su ausencia, y eso que en la época existían los llamados exámenes patrióticos en los que la pertenencia acreditada al Régimen, y no te digo ya haber participado en la Guerra 1936-1939, ya era motivo para aprobar y por supuesto para ascender.
Tras unos años sirviendo en el Juzgado de Mataró, por orden suscrita en 1952 por el nuevo Ministro de Justicia Antonio Iturmendi Bañales, Fernández Santamaría fue trasladado al Juzgado de Instrucción de Olivenza, localidad en la que contrajo matrimonio con la madre del que todavía es presidente regional.
Por Decreto de 3 de marzo de 1956, firmado por Franco, fue promovido Julio Fernández Santamaría como magistrado y trasladado al Juzgado de Instrucción número 1 de Salamanca. Varios meses después, por Decreto de 22 de junio de ese mismo año el padre de Fernández Vara fue nombrado Juez de Instrucción de Cáceres. En esa época se estaban terminando las obras de remodelación del Palacio de la Audiencia Territorial de Cáceres, sede de ese juzgado. Es decir, Julio Fernández Santamaría fue testigo de la instalación del escudo de España diseñado por Enrique Pérez Comendador, obra artística de 12 toneladas que ha sido retirado de una de las fachadas del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura
Otro Decreto, de 21 de marzo de 1958, lo designó magistrado de la Audiencia Provincial de Badajoz, la que trabajó durante toda la década de 1960, siendo Presidente de su Sección Segunda. En ésta época, la fórmula de posesión se había cambiado por Decreto de 6 de febrero de 1964: «Juro servir a España con absoluta lealtad al Jefe del Estado, estricta fidelidad a los principios básicos del Movimiento Nacional y demás leyes fundamentales del Reino, y administrar recta e imparcial justicia, poniendo el máximo celo y voluntad en el cumplimiento de las obligaciones del cargo de…………………. para el que sido nombrado». En los 70 fue Presidente de la Audiencia de Córdoba y en 1980 fue promovido como magistrado del Tribunal Supremo jubilándose, si nuestras fuentes son fidedignas, e1 1/1/1986 al tener cumplidos entonces 70 años y estar así establecido. Franquista de pura cepa.
En este ambiente familiar, Fernández Vara estudió Bachillerato y COU en el elitista Colegio de los jesuitas de Villafranca de los Barros, y dada su educación y su entorno, primeramente intentó hacer carrera en el bando conservador puro, y a la sazón se afilió en 1978 al partido Alianza Popular fundado por el Ministro de Franco Manuel Fraga en 1976.
La relación de la católica y franquista familia Fernández Vara con la aristocracia es poco conocida, pero al respecto informa el periódico monárquico ABC desde su página 42 el jueves 28 de marzo de 1985 al publicar:
“Vida social
Boda Martín-Lobo Sánchez-Bendito-Fernández Vara
En la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción se ha celebrado el enlace de la señorita Lourdes Fernández Vara con don Justo Manuel Martín-Lobo Sánchez-Bendito.
Fueron apadrinados por el padre de la novia don Julio Fernández Santamaría, magistrado del Tribunal Supremo y la hermana del novio doña María de Guadalupe Martín-Lobo Sánchez-Bendito, marquesa de Santa Cruz de Paniagua.
Firmaron como testigos por parte de la novia el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo del Poder Judicial, don Federico Carlos Sainz de Robles; don Ángel Escudero del Corral; don Francisco Pollatos López; don Fernando Vara Mira; don Francisco Llórente Núñez; don Marcial Gómez Gil; doña María Dolores Gómez Gil; don José González Chacón; doña Inés López Olleros; don Antonio Agúndez Fernández y sus hermanos don Julio y don Guillermo Fernández-Vara.
Por parte del novio lo hicieron su padre don Manuel Martín-Lobo; su hermano político el marqués de Santa Cruz de Paniagua; el ex ministro don Landelino Lavilla Alsina; don Javier Martín Artajo; don Abelardo Algora Marco; don José María González Valcárcel; don Jaime de Jaraíz; don Francisco Hernández Gil; don Esteban Becerril; don Ricardo Miranda y sus hermanos don J. Ignacio, donM. Antonio, don J. Pablo y don Carlos J. Martín-Lobo Sánchez-Bendito.Terminada la ceremonia religiosa los invitados se trasladaron al hotel Palace, donde se sirvió un cóctel seguido de cena.”Lo mejor de cada casa conservadora se dio cita en la boda.
La suerte, o la intención hizo que Guillermo comprara una casa en la pequeña pedanía de Olivenza, Santo Domingo de la Calzada, donde tenía otra posesión el entonces Presidente de la Junta de Extremadura Rodríguez Ibarra, muy castigado emocionalmente por el abandono de su esposa y la problemática que surgió con su hija adoptada, y surgió el amor, que posiblemente le costó al oliventino la compra de toneladas de vaselina con las que untar a su poderoso y elemental vecino, desgraciado en amores, seguramente desconocedor de la verdadera idiosincrasia político-social del forense que se le pegó cuan lapa.
Y zas zas zas, gracias al dedazo del cacique Ibarra de ascenso en ascenso, Director general de Salud Pública y Consumo de la Consejería extremeña de Sanidad y Consumo desde el 31 de agosto de 1995 hasta el 10 de enero de 1996. En ese mismo año es nombrado consejero de Bienestar Social, hasta 1999. Desde esa fecha desempeña el cargo de consejero de Sanidad y Consumo, hasta que Ibarra, vetado por ZP en 2007, le elige como su sucesor y es nombrado presidente de la Junta 2007 -2011 y desde 2015 repite. Es también diputado en la Asamblea de Extremadura por la provincia de Badajoz desde 2003.
La saga sigue, Guillermo tiene un hijo, Guillermito, actualmente estudiante de periodismo, jaleado recientemente en los medios porque se dice que ha escrito una apología sobre su padre, suponemos que intentando recuperar el buenismo que nunca existió. En realidad será un autorretrato de ciencia ficción.
Para educarle en la escritura, y quizás en la socialdemocracia, es sarcasmo, Guillermo matricula a Guillermito en la elitista y conservadora Universidad CEU San Pablo de Madrid, universidad privada y católica que según reza su propaganda sus valores se rigen por el ideario de la Iglesia católica y el denominado humanismo cristiano. Entre los alumnos que han pasado por esta universidad se encuentran conocidos como Alberto Ruiz-Gallardón o Mª Dolores de Cóspedal.
Universidad que es obra de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) asociación privada de católicos españoles que según se definen, su modo de perseguir el ideal religioso es la propagación de la fe católica y el apostolado, formando e instando a minorías selectas destinadas a dirigir la vida pública de la sociedad y la acción social y política de los católicos.
El nacionalcatolicismo que representa la ACdP, durante la dictadura franquista, constituyeron una de las familias más influyentes del genocida régimen instaurado en 1939. En 1945 fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores el propagandista Alberto Martín Artajo. Otros ministros propagandistas de Franco fueron José Larraz López (Hacienda), José Ibáñez Martín (Educación), Joaquín Ruiz-Giménez (Educación), Fernando María Castiella (Exteriores) y Federico Silva Muñoz (Obras Públicas).
La presencia de propagandistas fue importante en esta etapa en la fundación de Alianza Popular (con Federico Silva Muñoz jugando un papel destacado).
En resumidas cuentas, Guillermito el retoño de Vara, no se junta con la chusma, se está formando en los valores católicos y conservadores, como se formó su padre, y le cuesta a papá un pastizal que puede permitirse, primero para ser un líder, a falta de poder comprar casa pongamos en Sanjenjo al lado de la de Rajoy, ya no hay sitio, y por supuesto para ser un buen socialista, como lo era y es su millonario padre ("por herencia"). Ya apunta formas. Incluso si se aplicara cuando Guillermo se retire o se marche en busca de recompensa por los servicios prestados, puede dejar el puesto a su hijo como Ibarra se lo cedió a él, después de todo España es una monarquía hereditaria y dicen que Vara es un barón. Y el título se hereda, como los genes.