A imitación de lo acontecido con otros parlamentos de los países miembros de la OTAN, Zelenski ha sido invitado por la Presidenta del Congreso de los Diputados, Merixell Batet, para intensificar la campaña de justificación y apoyo a la guerra que la OTAN ha planteado desde hace años contra la Federación Rusa. Añade así el PSOE un hito más en su escalada de apoyo ferviente a la OTAN, que se iniciara hace 36 años con el manipulado referéndum de permanencia en la organización y continuara durante la guerra de Kosovo.
En la que Pedro Sánchez fugió como jefe de gabinete del Alto Representante de Naciones Unidas en Bosnia, Carlos Westendorp y con Javier Solana como Secretario General de la organización, que ordenó los bombardeos que duraron 3 meses, con 38.000 acciones de combate.
La masiva campaña de propaganda contra Rusia desplegada por todos los actores institucionales, incluyendo el silenciamiento de los medios y mensajes desde el otro lado del conflicto, han logrado unos niveles de confusión y ocultamiento de la realidad verdaderamente inéditos. Han conseguido establecer la matriz de que la crisis de Ucrania es una guerra iniciada por Rusia contra la pobre Ucrania.
La realidad es que a Rusia no le han dado otra opción que revertir un proceso de agresión que la OTAN inició en el mismo momento de la descomposición de la URSS para conseguir su debilitamiento y atomización; y que alcanzó el nivel de enfrentamiento armado a partir del golpe de estado en Ucrania que instaló en el poder a los sectores más proclives a los intereses occidentales que, apoyados por las bandas nazis, intentaron aniquilar cualquier vestigio de vinculación a Rusia representado por quienes no aceptaron la legalidad ni la legitimidad de un estado surgido de un golpe militar filonazi. Hasta el propio Biden reconoce la necesidad del “avance democratico de Ucrania” en la actualidad.
Desde entonces, la guerra contra el Donbás emprendida por el estado ucraniano no ha cesado en ningún momento, en especial por la presión de las milicias nazis, apenas controladas por su propio gobierno, que fueron finalmente incorporadas a la Guardia Nacional y armadas y entrenadas por las fuerzas especiales de EEUU y Reino Unido, fundamentalmente.
La actitud de Zelenski, presidente de Ucrania, ha sido la de un títere de los EEUU, dispuesto a sacrificar a su pueblo con tal de mantener una guerra que sabe muy bien que no puede ganar y sobre la que tal vez se hizo ilusiones acerca del respaldo de la OTAN, con una incitacion permanente a trasformar el conflicto en una guerra mundial.
Pero la OTAN no parece dispuesta a involucrarse directamente en la guerra por el riesgo evidente de una escalada a un enfrentamiento nuclear devastador para todos. Sin embargo, seguirá presionando para mantener abierto el conflicto cuanto sea posible, mientras intentará por todos los medios sembrar la desestabilización al interior de la Federación Rusa a base de guerra económica y acciones encubiertas de todo tipo.
Para ello, es fundamental el suministro de armamento ofensivo y el aporte de mercenarios y combatientes neonazis de todo el mundo occidental. Eso es precisamente lo que viene a mendigar Zelenski al Congreso de los Diputados, además de, naturalmente, añadir un episodio más a su discurso victimista por una situación de la que él, instrumentalizado desde los EEUU, es el principal responsable.
Que el Congreso de los Diputados español se pliegue a semejante juego dice mucho del carácter criminal de nuestros responsables políticos, que no moverán un dedo por la resolución negociada y pacífica del conflicto; se dedican en cambio a echar más gasolina al fuego para satisfacer a los EEUU en su ineludible pérdida de hegemonía y que no van a venir en nuestro auxilio cuando las consecuencias de la guerra se hagan insoportables para la mayoría de la población.
Las organizaciones firmantes manifiestan su más radical oposición a la intervención del presidente de Ucrania en una sesión plenaria del Congreso de los Diputados; denunciamos aZelenski como una marioneta al servicio de la política de guerra imperialista liderada por los EEUU y ejecutada por la OTAN; condenamos la connivencia del Congreso de los Diputados en su esfuerzo por mantener abierta la guerra y por aceptar y participar en las sanciones contra Rusia exigidas por este personaje que dañarán profundamente a nuestro pueblo, en las restricciones a las libertades civiles y a los medios de comunicación que no se pliegan al discurso único y en el fomento de la cultura y la exaltación de la barbarie y de los discursos de odio.
Condenamos el apoyo a un gobierno que masacra a su propio pueblo, exigiendo la cancelación de la invitación y reclamamos que el gobierno de España y la Cortes aboguen por la vía diplomática para contribuir a que se den las condiciones para establecer una paz justa en Ucrania y en la región, considerando que esto pasa por desarmar y expulsar a los grupos nazis y restaurar la convivencia pacifica entre los distintos pueblos que residen en el territorio denominado Ucrania.
