EL DÚO PIMPINELA
ANTONIO MARCELO VACAS.El todavía alcalde de Cáceres, faltan diez meses para las elecciones municipales, Luisito Salaya, que tiene bien acreditado que el cargo le cae más que grande, otrora radical opositor a la instalación de una mina de litio en las afueras de Cáceres capital, habiendo asegurado repetidamente que dimitiría si se instalaba, está mostrando progresivamente su “cambio” de opinión (interesado) alegando al respecto diversas excusas que a nadie convencen, como podrá constatar a futuro (mayo de 2023).
Actualmente, está mostrando su adhesión a la última sandez, que a modo de ocurrencia, ha soltado Fernández Vara, que ya está en campaña electoral bastante apurado, por aquello de “cuando veas las barbas de tu vecino quemar, pon las tuyas a remojar”, y me estoy refiriendo a Andalucía, que, contabilizando más años de caciquismo que Extremadura, con la segunda y reciente derrota electoral de la PSOE-PUDIMOS, y huérfanos de clientelismo y subvencionismo, les va a resultar difícil, volver a controlar la Autonomía.
Vara, en clave electoral, ha anunciado que, gracias a su mayoría absoluta en la Asamblea, pretende aprobar por Decreto la obligación de que el litio que produzca la mina de Valdeflorez, paraje cacereño donde se instalaría, se transforme en la región extremeña, y enseguida Luisito Salaya, se ha adherido con entusiasmo a la ocurrencia de SU SECRETARIO REGIONAL:
«El presidente Vara incidía en que los proyectos de extracción que consigan desarrollarse en Extremadura deberán transformar el litio aquí. Por decreto. Estoy de acuerdo. No puede haber extracción sin industria», publicaba en las redes el alcalde cacereño.
También la obsoleta y prehistórica Cámara de Comercio de Cáceres, que no se sabe a quienes representa, desde que se derogó la obligación impuesta a los empresarios cacereños de sufragar tal inutilidad, ha declarado su apoyo al proyecto de mina de Valdeflórez, echándole un cable al alcalde, quizás también, interesadamente.
La Plataforma Salvemos la Montaña ha respondido a la postura de Salaya denunciando que «planean crear en Cáceres nuevas montañas de escombros; más de 31 millones de toneladas. Pero nosotros preferimos disfrutar la Montaña que ya tenemos con salud».
También apuntaron que ENE propone la mina y la planta de producción «demasiado cerca de la ciudad. Produciría 19.480 toneladas por año de hidróxido de litio; muy peligroso para el ser humano, con riesgo de mutaciones genéticas y cáncer».
La localización de la planta en cuestión estaría en la carretera de Miajadas, «justamente sobre el Calerizo. Y estaría conectada directamente con la estación depuradora (EDAR), donde llegan las aguas fecales de la ciudad que quieren utilizar para lavar el mineral, y aseguran que «los vertidos y filtraciones tóxicas son habituales en la industria minera» e instan a la empresa a que «retire públicamente esta localización de sus planes de inmediato si quiere reflejar en el proyecto el sentir de la ciudadanía.
Pero el matiz de esta interminable historia, que ha llevado incluso a la empresa promotora de la mina, después de varios pleitos, a, poniéndose el disfraz de cordero, venir a patrocinar a un equipo cacereño de baloncesto, para intentar hacer méritos entre la ciudadanía, y desconozco si Vara es un ignorante o un tramposo sin escrúpulos, está en que la Junta de Extremadura, pretenda imponer por Decreto que la mina lleve aparejada la instalación de una industria de transformación del litio en Extremadura, porque tal imposición, llevada a los Tribunales, resultaría declarada nula de pleno derecho, esto es, inexistente.
Extremadura carece de industrias, porque debido la política caciquil del PSOE, y pese a los billones de pesetas, después miles de euros, transferidos, no existen las condiciones objetivas económicamente entendidas, para su creación, se carece de economías externas, esto es empresas complementarias, personal cualificado, comunicaciones necesarias, y otros factores que induzcan al inversor a invertir en industria en Extremadura, territorio netamente subdesarrollado.
Así que, si Guillermo se saca de la manga el Decreto de marras, porque todo puede ser un órdago de un granuja político, y la empresa promotora, en principio lo acepta, asumiendo una imposición que vulneraría la libertad de empresa, y un abuso contractual, es algo elemental y la empresa seguramente lo sabe, y así consigue que le autoricen la mina subterránea, poco más o menos contaminante, que la de al aire libre, y solo tendría que acudir a futuro a los Tribunales, que anularían la imposición de industria transformadora de litio, realizada con abuso de posición.
Dudo mucho que Guillermo no esté asesorado al respecto, pero teniendo puesta la mira, a sus 68 años, en renovar mandato, 2023-2027, poco le importa el futuro de esta región una vez se jubile, máxime que nunca le ha importado, aunque antes se haya descubierto el pastel, y tengamos mina contaminadora, y de industria transformadora, nada de nada.
Se me olvidaba, también Luisito podría ir a las elecciones, prometiendo que tendremos industria, promesa tan fiable, como la que hizo docenas de veces, prometiendo que no habría mina de litio en Cáceres.
Donde se ha visto que un gobierno legisle, aunque sea a nivel regional, con un objetivo que no sea el interés general, sino uno muy concreto, lo cual sería una actuación infractora de los artículos 9.3 y 103. 1 de la Constitución española, que declaran los principios de seguridad jurídica y de legalidad, pilares de un Estado de Derecho. Cosas del caciquismo que todo lo infecta.
Guillermo y su PSOE, cínicamente, pretenden superar artificialmente, la situación de subdesarrollo caciquil que padece Extremadura, obligando, supuestamente, porque todo posiblemente es un farol electoralista, a que las multinacionales cambien su modus operandi colonialista, que practican históricamente, con los países del Tercer Mundo, y que ha sido y es, la base del capitalismo occidental.
Países de África, Asia y Sudamérica, sufren el expolio de sus materias primas y recursos naturales de cada país, oro, plata, cobre, diamantes, uranio, wolframio, litio, frutas, petróleo etc etc., a manos de las multinacionales, americanas, inglesas, francesas, holandesas etc., que extraen en bruto tales materias, y las trasladan a fábricas propias lejos de los países que las producen, con lo cual el valor añadido que origina la transformación de los productos básicos, se hurtan a los diversos países que los producen, que sufren esta colonización.
Colonización, que, en la mayoría de los casos, no encuentra oposición por parte de las poblaciones explotadas, porque en general, subdesarrollo, dictadura y soborno, o autoritarismo y manipulación, caminan parejas.
Imaginen la risa que produciría a las multinacionales, que un gobierno de los países explotados, aprobara leyes que obligaran a las multinacionales, a instalar industrias manufactureras en los países propietarios de donde se extraen las materias primas que necesitan sus empresas, no se lo tomarían en serio, porque si se lo tomaran, las consecuencias, ocurridas con bastante frecuencia, y sigue sucediendo, fue lo ocurrido en el Chile de Salvador Allende, cuando nacionalizó el cobre, por poner un ejemplo significativo, y referido a como reaccionó USA, instalando en el poder al criminal genocida de Pinochet.
La mina de litio, es un acto colonizador, en un país, España, colonizado, y en un territorio, Extremadura, que según todos los índices ad hoc, esta subdesarrollado, lo cual Vara pretende encubrir, dadas sus responsabilidades al respecto, mediante promesas absurdas, porque dice que se opondrá, por decreto, y en teoría, al colonialismo que practican las empresas capitalistas, que extraen los recursos del Tercer Mundo, en su propio y exclusivo beneficio. Como diría un castizo te comen el pan, y te cagan en el morral, algo que, en Extremadura, es práctica muy frecuente, incluyendo la producción eléctrica, que mayoritariamente se exporta, pese a lo cual, los extremeños pagamos el mismo precio por la electricidad, que las regiones que importan nuestra producción, muy lejos de Extremadura, y además las nucleares de Almaraz no tienen su domicilio fiscal, en nuestra región.
Lo cual quizás podría reparar Guillermo, aprobando un Decreto, que obligara a la Central de Almaraz, a pagar sus impuestos donde se encuentra instalada. Ya puestos…..
Creo que el mayor beneficio que podría aportar a la región, sería jubilarse, cuando cumpla los 65 años, y un cuarto de siglo, de profesión “político”.