2008 fue, sin duda, el año de la burbuja de las redes sociales. Y a estas alturas de vida ya sabemos muy bien que eso de las burbujas al final puede acabar muy malamente, aunque no es ése el tema que nos ocupa. Lo cierto es que la llegada de este tipo de plataformas ha supuesto la implantación de una nueva manera de entender la comunicación y de ver los aspectos sociales de internet. Todo ello, por supuesto, unido a una comunidad de Web 2.0 que tiene un carácter solitario y colaborativo evidente.
Sin embargo, no todo son flores en el jardín de las redes sociales, y es que hay algunas que no parecen haber entendido bien eso del espíritu global y colaborativo. Si nos damos un paseo por las redes sociales más usadas en internet y nos leemos sus condiciones de uso (algo que nadie, absolutamente nadie hace), nos daremos cuenta de que algunas de las condiciones relativas a los derechos de autor son sorprendetemente abusivas.
Acudamos por ejemplo a Tuenti, una de las redes más en uso de la actualidad. Pues bien, si entramos en el aviso legal y condiciones de uso de Tuenti, el cuarto apartado nos dice lo siguiente:
“Tuenti, como autor de la obra colectiva en que consiste el Sitio Web, es el titular de todos los derechos de propiedad industrial e intelectual sobre la misma. Está prohibida cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública, modificación y, en general, cualquier acto de explotación de la totalidad o parte de los contenidos (imágenes, textos, diseño, índices, formas, etc.) que integran el Sitio Web, así como de las bases de datos y del software necesario para la visualización o el funcionamiento del mismo, que no cuente con la expresa y previa autorización escrita de Tuenti (...)El Usuario cede en exclusiva a Tuenti y para todo el mundo los derechos de reproducción, distribución y comunicación pública sobre los contenidos que suministre a través del Sitio Web, así como el de modificación para adaptarlos a las necesidades editoriales de Tuenti, y garantiza además la legítima titularidad o facultad de disposición sobre dichos derechos”.
Algo parecido a lo que pasa ahora con Tuenti pasó en su momento con Myspace, cuyas condiciones rezaban lo siguiente:
“Al mostrar o publicar cualquier contenido o material en o a través de cualquier área pública de MySpace.com, el usuario garantiza automáticamente una licencia internacional, no exclusiva, completa y exenta de royalties (con derecho a sublicenciar de manera ilimitada con sublicenciatarios) para utilizar, copiar, modificar, adaptar, traducir, representar, publicitar, almacenar, reproducir, retransmitir y distribuir dicho contenido en y a través de sus servicios (...) Dicha licencia terminará cuando dicho contenido sea borrado de los servicios. Sin embargo, después de haber sido borrados los contenidos puede quedar un residuo u copia de seguridad de dichos contenidos en los servidores, y MySpace.com mantiene los derechos sobre dicha copia”.
Estas condiciones le trajeron más de un problema a Myspace, que tuvo que modificar su contrato, que ahora parece algo menos abusivo:
“MySpace no reclama ningún derecho de propiedad sobre el texto, los archivos, las imágenes, las fotografías, los videos, los sonidos, los arreglos musicales, las obras de autor, las aplicaciones, o sobre cualquier otro material que usted publique en los Servicios MySpace o a través de estos. Tras la publicación de su Contenido en los Servicios MySpace, usted seguirá disponiendo de cualesquiera derechos que tuviera sobre los mismos, sujeto a la licencia limitada prevista en estos Términos de Uso. Al mostrar o dar a conocer en Internet cualquier Contenido en los Servicios MySpace o a través de estos, usted concede a MySpace una licencia limitada para usar modificar, eliminar o agregar información, presentar públicamente, mostrar públicamente, reproducir y distribuir dicho Contenido únicamente en los Servicios MySpace o a través de estos (...) Esta licencia limitada no concede a MySpace el derecho de vender o distribuir de algún otro modo su Contenido fuera de los Servicios MySpace. Una vez que elimine su Contenido del Sitio web MySpace, interrumpiremos la distribución en el plazo más breve posible”.
¿Peligran nuestros datos?
Lo cierto es que, a pesar de estos contratos y vuelcos legales, parece más lógico pensar que cualquier usuario de cualquiera de estas dos redes no tendrá problemas en ningún momento con sus datos. No obstante, aún recordamos al grupo de música Arctic Monkeys, que mantuvo un encontronazo legal con Myspace, con la que luchó por los derechos de sus canciones. Arctic Monkeys era un grupo desconocido hasta que colgó sus canciones en Myspace, la plataforma que los llevó al estrellato pero que casi los deja sin canciones.
En cualquier caso, y dejando a un lado el caso de Arctic Monkeys, parece una cuestión de lógica y de sentido común que ninguna red social se atreverá a llevar a la práctica usos abusivos del material que alojan en sus servidores. Aunque sólo sea por no crearse mala
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