F. Panadero


Ese fin de semana estuve de Romería, en el pueblo de mi madre, realmente fui el jueves al Womad en Cáceres y pensaba volver el Sábado, pero no me gusto ni la calidad del festival en lo musical, ni la actitud del personal ante el propio evento. Lo que vi fueron conciertos de dudosa calidad que no se podían ver porque había mucha gente desatendiendo a los conciertos, solo preocupados por beber y lucir conjunto hortera, con lo que decidí quedarme en el campo, donde está mi familia que convive con el resto de su pueblo en un acto festivo sin ningún tapujo, o mejor dicho, con los tapujos tradicionales pero conviviendo en armonía.
Lo he disfrutado mucho, comí, bebí, reí, bailé y volví a mi infancia en multitud de ocasiones, gracias a peregrinos "flashbacks" que fui recibiendo aleatoriamente y que tiraban de los hilos de mis caminos neuronales olvidados o perdidos.